Coronavirus, ciencia y psiconeuroinmunología clínica
Por la Dra. Begoña Ruiz Núñez
Pues sí, lo tenemos en todos los medios de comunicación, redes sociales, grupos de whatsapp… Hasta Ana Pastor (la política, no la periodista) ha dado positivo, según las últimas noticias. El objetivo de este post es informar, tranquilizar, y proponer algunas medidas que podemos utilizar para mejorar el sistema inmune y evitar, en la medida de lo posible la propagación del virus.
Coronavirus, una breve introducción
Los coronavirus son una familia de virus que se descubrió en la década de los 60 pero cuyo origen es todavía desconocido. Debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo. Se trata de un tipo de virus presente tanto en humanos como en animales. Sus diferentes tipos provocan distintas enfermedades, desde un resfriado hasta un síndrome respiratorio grave (como una neumonía)
La mayoría de los coronavirus no son peligrosos y se pueden tratar de forma eficaz. Lo que muchos no sabíamos es que la mayoría de las personas contraemos en algún momento de su vida un coronavirus, generalmente durante la infancia. Aunque son más frecuentes en otoño o invierno, se pueden adquirir en cualquier época del año.
En los últimos años se han descrito tres brotes epidémicos importantes causados por coronavirus:
- SRAS-CoV: El síndrome respiratorio agudo y grave (SRAS, también conocido como SARS y SRAG) se inició en noviembre de 2002 en China, afectó a más de 8.000 personas en 37 países y provocó más de 700 muertes. La mortalidad del SRAS-Cov se ha cifrado en el 10% aproximadamente.
- MERS-CoV: El coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) fue detectado por primera vez en 2012 en Arabia Saudita. Se han notificado hasta octubre de 2019 más de 2.400 casos de infección en distintos países, con más de 800 muertes. La letalidad es, por tanto, del 35%.
- COVID-19: El más famoso hasta la fecha. A finales de diciembre de 2019 se notificaron los primeros casos de un nuevo coronavirus en la ciudad de Wuhan (China) y ya van más de 100.000 personas infectadas. Los casos declarados de nemonía de Wuhan ya superan con creces a los de la epidemia de SRAS, pero la tasa de mortalidad es MUCHO más baja.
¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?
Según la OMS: Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Aproximadamente de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Únicamente el 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto.
¿Qué dice la ciencia más reciente?
Un equipo de científicos chinos ha publicado en la prestigiosa revista The Lancet el mayor estudio sobre los factores de riesgo asociados a las muertes por SARS-CoV-2. La nueva investigación ha analizado a 191 pacientes ingresados en dos hospitales de Wuhan, 54 de los cuales fallecieron y el resto fueron dados de alta antes del 31 de enero. El estudio constata que:
- La edad avanzada.
- Los problemas de coagulación de la sangre.
- Los síntomas de septicemia —una respuesta fulminante GLOBAL del organismo para combatir una infección, que cursa generalmente con un fallo multiorgánico—.
Son los tres principales factores de riesgo a la hora de morir por la COVID-19, la enfermedad provocada por el virus.
El trabajo, encabezado por el médico Hua Chen, destaca que la mitad de los pacientes analizados presentaba otras enfermedades, como la hipertensión (30%), la diabetes (19%) y la enfermedad coronaria (8%). Sus cálculos muestran un 10% de aumento del riesgo de muerte en el hospital por cada año más de edad de la persona infectada. La media de edad de los fallecidos es de 69 años, frente a los 52 años de los supervivientes.
¿Qué dice la Organización Mundial de la Salud?
Puedes consultar información muy curiosa en este enlace, sobre todas aquellas preguntas que todos nos hacemos y que quizás no sabemos dónde consultar. Como resumen curioso: puedes abrir paquetes de China, que el virus no sobrevive tanto tiempo; no hace falta que te rocíes el cuerpo con alcohol, ni con una lámpara de rayos ultravioleta, ni untarte el cuerpo en aceite de sésamo. *ACTUALIZAMOS SOBRE MASCARILLAS: Si sales a la calle, UTILIZA MASCARILLAS, está demostrado que disminuyen la posibilidad de contagio, tanto propio como ajeno, AUNQUE SEAN CASERAS.
Y no, de momento no existe un tratamiento anti-viral (y por supuesto NO valen antibióticos!) contrastado contra el virus, aunque sí que se han compartido diferentes medidas utilizadas por el gobierno chino para luchar contra el mismo:
- Evitar el pánico. Si has visto las últimas noticias, va enlazado al punto 2 también, y al colapso sanitario. Si eres joven, deportista, sin patología diagnosticada y tienes fiebre, cansancio y dolor muscular, no vayas a urgencias, por favor. Llama al 112 y que te digan qué hacer.
- Evitar las compras innecesarias. No, no hay problemas de transporte en cuanto a suministros, ni hay que llevarse papel higiénico para todo el año, ni desinfectantes para una catástrofe nuclear, ni comprarse un arcón para tener toda la verdura, carne, pescado y marisco congelado del mundo
- Transparencia. Si tienes síntomas, llama al 112 o servicio de emergencias local. Es importante calmarse, y más aún si no perteneces a los grupos de riesgo que hemos comentado arriba. Es muy importante que NO ACUDAS AL CENTRO DE SALUD, HOSPITAL O URGENCIAS DIRECTAMENTE, ya que aumentarías el riesgo de contagio, sobre todo de personas que SÍ están en los grupos de riesgo de complicaciones, y no nos olvidemos del personal sanitario, que si bien puede ser que estén dentro de un perfil sano, se darían de baja y dejaríamos de poder contar con ellos para otras situaciones (no sólo de infecciones se nutren actualmente los hospitales). De hecho, es uno de los grandes problemas, el colapso sanitario, NO por el peligro de muerte, sino por las bajas del personal por contagio y por la saturación de los servicios sanitarios. Y si tienes dudas, aquí tienes un sencillo test online (en catalán, pero MUY fácil). Informa a tus amigos, familiares, parientes cercanos, y quédate en casa. Si existen complicaciones, los servicios de urgencia se harán cargo. Aquí te dejamos el infográfico de la Comunidad de Madrid sobre las medidas básicas de prevención:
Entonces, ¿puedo hacer algo?
Pues sí. Puedes. Debes. Tras mucho leer y recopilar información, os dejo lo que he sacado en claro desde la visión integrativa global de nuestro cuerpo. Como se suele decir, más vale prevenir que curar, así que, vamos allá con consejos para fortalecer el sistema inmune:
1. Lavarse las manos con abundante agua. Lo ponen ya en todas partes, pero hay que saber cómo lavárselas. Según la inmunóloga Jenna Macciochi: ¨Está el lavado de manos y el lavado de manos durante una pandemia global. Cuando una persona se lava las manos, es más importante el agua que el jabón. El agua tibia es mejor, pero echar mucha agua sobre las manos mientras se frotan es mucho más importante que la cantidad de jabón utilizada. De hecho, a menos que sea anti virucida, un jabón antibacteriano NO matará el virus. En cuanto a los geles, busca aquellos que contengan alcohol al 60%, ya que tendrá actividad antibacteriana y anti virucida (pero no funcionarán en absoluto si las manos están muy sucias o grasientas)”. Amén.
2. Comer una dieta variada. Esta nos la sabemos en Healthy Institute. Comer una dieta completa, baja en carbohidratos, rica en proteína y grasa animal de calidad, y rica en frutas y verduras de diferentes colores, le dará la mejor oportunidad de obtener la amplia variedad de fitonutrientes, equilibrio omega 3 y 6, colesterol (sí, el colesterol ayuda a combatir infecciones), antioxidantes y antiinflamatorios que el cuerpo necesita para combatir las infecciones. Cuantos más colores incluyas, más nutrientes obtendrá. Toma frutas y verduras enteras e idealmente con piel, ya que contienen fibra esencial que alimenta a la microbiota del tracto digestivo, crucial para combatir las infecciones.
3. Una dosis de vitamina C. Hay poca evidencia de que la vitamina C prevenga la infección, pero lo que la evidencia muestra es que una vez que aparece el resfriado, la vitamina C puede acortar la duración de los síntomas . Ya os digo yo que las células del sistema inmune necesitan mucha vitamina C para luchar contra la infección, y al ser hidrosoluble, debemos tomarla todos los días y no se acumula. Así que ante una infección respiratoria, es el momento de comenzar a consumir vitamina C (naranjas, kiwis, pimientos rojos, espinacas, coliflor y coles de Bruselas). Y podemos tomarla en forma de suplementos, mejor en forma de ascorbatos.
4. No perder el sueño por esto. Los que me conocéis sabéis que soy fan de la melatonina. El sueño adecuado es la base de todo sistema inmunológico. Si una persona no está durmiendo suficiente, ninguna otra medida de estilo de vida va a ser 100% efectiva, e incluso puede perder completamente su eficacia, ya que es el momento de trabajar a tope con el sistema inmune y luchar contra las infecciones.
5. No quedarse quieto. El movimiento durante todo el día es esencial para el sistema linfático, que se basa en el movimiento y los músculos para su estimulación. Es esencial para ayudar a las células inmunes a realizar su función de vigilancia de moverse por el cuerpo para combatir los gérmenes que podrían estar tratando de entrar. Por otro lado, el entrenamiento de fuerza es esencial para la inmunidad a medida que se envejece; el músculo produce sustancias químicas que funcionan en nuestra glándula del timo y pueden ayudar a su funcionamiento a medida que envejecemos.
6. Dos litros de agua por día, por tu sistema respiratorio. La hidratación es de importancia crítica pero se pasa por alto, ya que todas las funciones metabólicas se realizan en un medio acuoso. Si una persona se deshidrata, puede cambiar la capa de moco en su tracto respiratorio, que contiene anticuerpos que atrapan los gérmenes y evitan que entren en sus células.
7. El poder de la echinacea. Estudios sobre esta planta encontraron una menor incidencia del resfriado común en los niños que la tomaron, así como una disminución en el número de infecciones respiratorias secundarias que los niños contrajeron después de un resfriado. Eso sugiere que la hierba podría funcionar tanto como una medida preventiva como algo para tomar cuando se presentan síntomas. De hecho, existe un cuerpo de evidencia científica que muestra la efectividad de la echinacea, incluida una reciente publicada en Antiviral Research, aunque sólo se hizo ‘in vitro’ (es decir, en tubos de ensayo), que mostró que podría funcionar como una barrera contra los síntomas del resfriado y la gripe.
De hecho, tiene un efecto inmunoestimulante y antiviral amplio, inlcuso en cepas anteriores de coronavirus.
8. Suficiente vitamina D. En España tenemos falta de vitamina D, y lo saben hasta en la revista Nature. Y es la ´jefaza´ del sistema inmune. En 2017 un estudio publicado en el British Medical Journal analizó 25 estudios e involucró a alrededor de 11 mil personas de 14 países. Encontró que los suplementos de vitamina D redujeron el riesgo de infecciones respiratorias agudas en un 11% en comparación con el placebo.
9. No descuidar la ingesta de zinc. Es el gran desconocido, pero muy necesitado. No podemos producir zinc en nuestros cuerpos, tenemos que obtenerlo de nuestras dietas. Juega un papel en cientos de reacciones en el cuerpo y es extremadamente importante para combatir las infecciones. Así que a tomar carne roja, mariscos, productos de mar, semillas y chocolate negro”.
10. Fermentos y otras fibras intestinales. Este también nos lo sabemos. Nuestras bacterias intestinales, o microbiota, son cruciales para la inmunidad. Aún se siguen investigando sus efectos, pero parece ser que las cepas del grupo Lactobacillus juegan un papel fundamental como reguladores de la inmunidad e incluso con algún efecto importante anti-viral y específico contra coronavirus.
11. Agregar ajo a las comidas. El ajo contiene un compuesto llamado alicina, ampliamente estudiado por sus efectos antibacterianos, antiinflamatorios y antimicrobianos, que se libera cuando el ajo se tritura y se deja reposar por un tiempo, antes de usarlo para cocinar.
12. Sumar infusión de sauco. ¿Por qué no probar? Parece ser que las infusiones de Sambucol tienen un efecto antiviral amplio, incluyendo cepas de coronavirus. Pues tomemos cuantas más, mejor!
13. Bajar/regular/controlar estrés. Nuestro ´amigo´ el cortisol es un importante inmunosupresor y puede facilitar la entrada de virus en nuestro organismo. Es muy importante por tanto dormir, gestionar estrés, meditación, yoga, mindfulnes… para tener un sistema inmune saludable! Además, tienes los consejos básicos de nuestra compi Ainhoa Sánchez sobre cómo mejorar tu salud, e incluso la receta perfecta anti-salud, si te va la psicología inversa.
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