Y llegó ese pastelito que trajo el/la compañer@ al que no pudiste decir que no. Porque claro, lo había hecho con harinas sin gluten especialmente para ti…
Pues no pasa absolutamente nada. No hay problema. En estos casos hay dos opciones a analizar como respuesta a una pregunta muy simple: ¿REALMENTE NO TENÍAS OTRA OPCIÓN?
Si la respuesta es NO, es decir, había que comer el pastel o estábamos haciendo ´un feo´ muy grande… disfrútalo, saboréalo y agradécelo. Un día de no hacer el 100% de tus hábitos saludables no va a convertirte en lo contrario. Si un día no entrenas porque te han propuesto un plan al que no podías resistirte, disfrútalo. Y ahí entramos en la segunda opción de respuesta.
Si la respuesta es SÍ, había otra opción. Es decir, era el cumpleaños de una compañera pero los pasteles estaban en la oficina e íbamos cogiendo todos según pasábamos por el office. O podía haber ido a entrenar pero me apetecía más quedar con Marta. Pues igualmente disfruta de esa otra tarea, pero analiza tu respuesta para que se repita lo menos posible y vuelvas a tus hábitos saludables rápidamente. Realmente, es muy difícil no caer en las tentaciones, así que lo mejor es que no estén delante, eso está claro. Pero si había otra opción como la de ´no entrar en el office donde estaban los pastelitos´, pues me lo apunto para la próxima. Es muy importante el análisis objetivo de la realidad. Y continuar con nuestros hábitos saludables.
Los hábitos saludables no se adquieren de la noche a la mañana. Lo importante es la constancia y la repetición. Pero si un día no nos hemos podido resistir, lo disfrutamos y volvemos a nuestros hábitos.
Es importante tener en cuenta esto para evitar emociones como la culpa y la vergüenza, que no hacen más que entorpecer nuestro camino hacia la salud.
Si registras tus hábitos, al final puedes llegar a preguntarte: si comes pastel 2 veces en un mes, ¿de verdad que no eres una persona saludable?