Relato de un día (PNI) de verano #2
Por la Dra. Begoña Ruiz Núñez
La Dra. Begoña Ruiz continúa con su relato desde el enfoque de la PNI clínica. Por si no leíste la primera parte, te la dejamos aquí (enlace) y en esta entrada continuamos el relato donde lo dejamos. ¡Esperamos que te guste! Y recuerda: apto para todos los públicos, pero especialmente diseñado para frikis. ¡Qué lo disfrutes!
8.34 am
El Guerrero del Antifaz (AKA, mi maridito) parece que empieza a producir cortisol y que sus receptores responden adecuadamente. Entonces se gira hacia mí, se levanta parte del antifaz y me mira por debajo del mismo. Ahora es cuando realmente sus receptores de melanopsina en el ojo empezarán a responder y ponerlo a funcionar. Como casi todas las mañanas que podemos despertarnos tranquilamente, solemos rodar el uno hacia el otro en busca de nuestra amiga oxitocina. Sí, la hormona de los abrazos, el contacto físico, piel-piel, del sexo, del amor, del embarazo, del parto, de la pasión… . Si te digo la verdad, me parece una hormona flipante. La misma molécula se produce con el contacto físico, retroalimenta la pasión, el amor (de pareja, de madre-padre-hijo, de amigos, familiares…), a la vez te hace necesitarlo, y a la vez se encarga de dilatar el canal del parto e inducir el mismo. Si lo piensas bien, es la hormona de la vida, la mires por donde la mires. Necesaria para el acto que une dos células para formar sólo una, y necesaria a su vez para dar salida al bebé al mundo y cerrar el ciclo. Bendita oxitocina y sabiduría de la Naturaleza…
8.57 am
Tras una buena dosis de oxitocina, que viene acompañada de endorfinas, serotonina y dopamina, yo ya me pongo en vertical.
Sí, es cierto que a la hora a la que me he despertado podría haber ido a ver el amanecer, aprovechar todas las ventajas de la luz roja y resetear el CLOCK como Dios manda, ya lo dije en el post anterior. Pero en este mes toca hacerlo ahora. Que la ciencia también dice que está muy bien. Y encima vamos a ir a hacer deporte en un rato, así que… ¡compensado, y quitamos estrés del cuerpo! El ´tengo que´ puede ser a veces una carga importante si no se gestiona adecuadamente. A veces, ´MENOS ES MÁS´.
9.45 am
Vamos a por el café con cafeína, que está demostrado que es una ayuda ergogénica. Es decir, en cristiano, que mejora el rendimiento, tanto aeróbico como anaeróbico. Y vamos a usar ambos metabolismos, que vamos a ir a escalar. Eso sí, intento ingerir cafeína lo más tarde posible (dentro de ser temprano en la mañana), para que las glándulas suprarrenales puedan trabajar tranquilamente, sin meterles un petardo extra. Y sí, suelo ir a entrenar en ayunas. No tengo hambre por la mañana. Mucha gente se piensa que fuerzo los ayunos ´a muerte´, que paso hambre y que lo hago por fomentar autofagia, uso de ácidos grasos, producción de cuerpos cetónicos y todo lo que quieras añadir a este relato. Ni confirmo ni desmiento que hay una parte inconsciente que piensa eso cuando coincide que hago un ayuno de unas 24 horas ´porque cuadra´ y hay una parte consciente y ortoréxica que empieza a dar palmas y pensar que esto se aproxima algo al ambiente del que venimos como Homo sapiens sapiens que somos (camino al Homo obesus y/o bobo extremis, como prefieras). Pero luego te cuento sobre cómo rompo el ayuno cuando voy a hacer deporte, y lo bien que me sienta, en medio de la sesión de entrenamiento. Y hablando sobre la razón de mis ayunos, procuro hacerlos muy naturales. Lo que me pida el cuerpo. Que lo tengo bastante bien entrenado, acostumbrado y podría decir, que con una buena flexibilidad metabólica (a falta de abuelas, me echo las flores sobre mi metabolismo, jejeje).
De pequeña me dejaba el desayuno en el microondas. Sí, he llegado hasta aquí (43 años sin enfermedad crónica diagnosticada) y he tomado leche con Cola-Cao (yo era de Cola-Cao, el Nesquik no me gustaba nada de nada). Y he tomado galletas María untadas con mantequilla y azúcar. Y chuches. Y bocadillos de Nocilla (ahora todo es Nutella, pero antes era Nocilla). Y me comía la blanca primero, si podía ser, que es de todo menos cacao (leche, avellanas y azúcar, ¡y no por ese orden!). Y he tomado pan con chocolate, y… que me voy por las ramas, vale…
El caso es que nunca he tenido realmente hambre por las mañanas. La ghrelina (hormona del apetito, entre otras cosas) tiene una secreción pulsátil. que suele coincidir más o menos con las 3 comidas al día (sobre las 8 am, a mediodía ( a las 12-13 h) y un último pico entre las 16.00 y las 19.00. Eso sí, ponte a cocinar unos huevos fritos delante de mí a las 8-10 de la mañana y empezaré a salivar. Una cosa es no tener sensación de hambre de manera fisiológica por la mañana, y otra diferente es ignorar los instintos básicos. Y el Homo, siempre que había comida, quería comer. Vamos, que lo de comer por los ojos tiene base científica, lo tienes todo bien explicadito en este artículo.
Volviendo al hambre, que hay veces que desayuno por la mañana, ¿eh? Pero eso es otra historia, y será contada en otra ocasión (eso es lo que escribía Michael Ende para acabar muchos capítulos ´La Historia Interminable´, para mí, el mejor libro de la historia. Y no, la peli no cuenta ni una quincuagésima (1/50) parte del libro).
CONTINUARÁ
En fin, que no te aburro más por hoy, seguiremos con el relato otro día… , analizando momentos del día desde una perspectiva PNI.
Espero que te haya gustado, sabes que tienes muchas más entradas en el blog, recetas y un montón más de información, ¡además de nuestros cursos!
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Referencias
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