El grupo sanguíneo NO influye en la dieta

Nueva sección con nuevos artículos de nuestra codirectora, la Dra. Begoña Ruiz Núñez. La temática será bien sencilla se trata de des-montar los mitos que comúnmente se dicen sin pensar o qué aseveran conclusiones que la ciencia no da por ciertas.

Pues no, no debes comer diferente en función de tu grupo sanguíneo. Este concepto lo desarrolló en 1996 un médico naturópata, Peter D´Adamo que además de hacer recomendaciones nutricionales en función de pertenecer al grupo A,B ó 0, también hablaba del tipo de ejercicio del que se beneficiarían los diferentes grupos de personas.

El concepto de la dieta y el grupo sanguíneo se basaba en una (errónea) teoría evolutiva. D´Adamo afirmaba que el primer grupo sanguíneo que surgió fue el 0, y que llevaba una dieta ancestral rica en proteínas. Que el grupo A surgió después, tras el nacimiento de la agricultura y por tanto, estos sujetos deberían tender más a una alimentación vegetariana. Según él, los del grupo B, que surgió más tarde, eran nómadas y deben alimentarse de una dieta rica en productos lácteos, y los del grupo AB, más tardíos aún, mezclando la dieta del A y del B.

Lamentablemente, la evidencia científica no apoya estas afirmaciones (no existe beneficio relacionado con este tipo de alimentación en relación al grupo sanguíneo) y además, esta conexión evolutiva resulta ser completamente errónea, ya que, para empezar, el primer grupo sanguíneo que surgió fue el A, y no corresponde en el tiempo con el desarrollo de los diferentes tipos de sociedades.

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Referencias:

Cusack, L., De Buck, E., Compernolle, V., & Vandekerckhove, P. (2013). Blood type diets lack supporting evidence: a systematic review. The American journal of clinical nutrition, 98(1), 99-104.
https://www.health.harvard.edu/blog/diet-not-working-maybe-its-not-your-type-2017051211678