Los componentes del dolor III: Afectivo-emocional, por la Dra. Begoña Ruiz Núñez – patrocinado por Efinat Labs

Los componentes del dolor III:
Afectivo-emocional

Autora: Dra. Begoña Ruiz Núñez

Esta es la continuación a las entradas sobre el dolor (¿Qué es el dolor?) y Los componentes del dolor I: Dolor sensitivo-discriminativo  en la que vamos a describirte uno de los componentes de esta experiencia, que ya comentábamos que es estresante y que conlleva una alteración de la homeostasis. El artículo previo analiza el ¿Dónde nos duele?, ¿Cuánto nos duele?, ¿Cómo nos duele?¿Cuándo nos duele?.

Esta es la cuarta entrada en la que te hablamos del dolor. En la primera entrada te explicamos qué es el dolor (pincha AQUÍ para leerla). En la segunda, te explicamos el componente sensitivo del dolor (link) y luego en la tercera, el componente cognitivo-evaluativo (link). En esta última entrada te vamos a explicar el último componente del dolor, quizás el más delicado e intrincado:

¿A qué se refiere este componente afectivo-emocional? 

Pues, como su nombre indica, abarca las emociones asociadas a la sensación de dolor. Estas dependen de: 

  • Homeostasis actual/pasada. Lo comentamos en la entrada anterior. Este aspecto se solapa con el componente cognitivo-evaluativo. La respuesta al dolor/esguince dependerá también de nuestro estado emocional (y físico) actual. Dependerá de si tenemos o no cubiertas nuestras necesidades en diferentes niveles, desde agua a electrolitos, pasando por omega 3, vitamina D3 hasta contacto físico. Es decir, la homeostasis. En función de esta homeostasis (o alostasis), si el cerebro (en concreto el locus coeruleus, del que ya te hablaremos) está en un estado previo de alteración de la homeostasis/alostasis, una nueva alteración de esta (la lesión/dolor) puede intensificar aún más tanto la percepción sensitiva del dolor, como la respuesta a nivel de hormonas y neurotransmisores. Aquí entraría, por ejemplo, que se condicionase una respuesta de tipo ansioso, debido a la alostasis y evaluación cognitiva que hemos comentado, unido a, por ejemplo, un déficit de serotonina, o magnesio.
Fig. 1 Los pensamientos generan emociones que a su vez generan conductas… y viceversa
  • Sistema de recompensa y sistema límbico. Realmente es una continuación del punto anterior. La respuesta al dolor dependerá de la cantidad de endorfina y dopamina que tengamos/podamos liberar. También de nuestra búsqueda particular y de las necesidades que tengamos cubiertas o de las que creamos que necesitamos. De todo esto es responsable el sistema límbico, y por tanto, también dependerá de si tenemos o no algún tipo de adicción, de conducta compulsiva, de programa aprendido o generado a partir de una experiencia pasada (volvemos a conectar con el componente cognitivo)… 
Fig. 2 El componente afectivo-emocional del dolor comprende zonas del sistema límbico
  • El giro cingulado: Se encuentra entre los dos hemisferios cerebrales, conectándolos. Por tanto, entre otras funciones, es la parte del cerebro que se encarga de mediar esta respuesta del  componente afectivo-emocional. Es la parte que le asigna valor a la emoción asociada al dolor, y a su vez, nos permite verbalizar lo que sentimos, nuestras emociones internas. En las terapias de educación sobre el dolor, es la zona del cerebro sobre la que estamos actuando, ya que entender lo que nos ocurre permite conectar la parte más ´racional´ del dolor con la parte más ´emociona´gracias a este giro cingulado, y esto proporciona calma y homeostasis, entre otros.

Hasta aquí los componentes del dolor. Seguiremos contándote más sobre cómo abordarlo en futuras entradas de nuestro blog. ¿Nos acompañas?

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Referencias

  1. Craig, A. D. (2003). A new view of pain as a homeostatic emotion. Trends in neurosciences, 26(6), 303-307.
  2. Han, S., Soleiman, M. T., Soden, M. E., Zweifel, L. S., & Palmiter, R. D. (2015). Elucidating an affective pain circuit that creates a threat memory. Cell, 162(2), 363-374.
  3. Xiao, X., & Zhang, Y. Q. (2018). A new perspective on the anterior cingulate cortex and affective pain. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 90, 200-211.
  4. Villemure, C., & Bushnell, M. C. (2002). Cognitive modulation of pain: how do attention and emotion influence pain processing?. Pain, 95(3), 195-199.
  5. Melzack R. Evolution of the neuromatrix theory of pain. The Prithvi Raj Lecture: presented at the Third World Congress of World Institute of Pain. Barcelona 2004. PainPract 5, 85-94.

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