Melatonina, del jet lag a la COVID-19

Por la Dra. Begoña Ruiz Núñez

Nuestra codirectora, la Dra. Begoña Ruiz Núñez, te trae hoy un artículo que sin duda será de tu interés. Retomamos el tema del sistema inmune y del COVID-19, pero esta vez, hablamos de una hormona que producimos en ausencia de luz, la melatonina.

La melatonina se produce cuando la glándula pineal NO detecta luz (sí, esa soy yo)

Todos conocemos a la melatonina como la ´hormona del sueño´, producida en la glándula pineal cuando NO percibe luz azul (es decir, en la oscuridad), y comúnmente utilizada como suplemento para sobrellevar el famoso ´jet lag´ , por su acción reguladora del ritmo circadiano. Incluso la conocerás como suplemento para el insomnio. Sin embargo, los estudios demuestran que la melatonina no sólo posee estas funciones, sino que además actúa sobre todas y cada una de las células de nuestro cuerpo, que poseen receptores para ella:

Efectos de la melatonina- Fuente: Siamidi, A., Dedeloudi, A., Konstantinidou, S. K., & Papanastasiou, I. P. (2021). Pineal hormone melatonin as an adjuvant treatment for COVID-19. International Journal of Molecular Medicine, 47(4).

La melatonina como apoyo en infecciones bacterianas, virales y parasitarias

Estamos hartos de hablar del coronavirus. Pero vamos a añadir un poquito de contexto para poder hablar de la melatonina. Sabemos que los coronavirus son virus de ARN que causan infecciones de los sistemas respiratorio, gastrointestinal y nervioso central, entre otros. Los síntomas patológicos del síndrome respiratorio agudo severo del coronavirus 2 del (vamos, el archiconocido SARS-CoV-2) incluyen exceso de inflamación, elevado estrés oxidativo elevado y una respuesta inmune exagerada, que en última instancia conduce a una tormenta de citoquinas y la posterior progresión a lesión pulmonar aguda/síndrome de distrés respiratorio agudo (te lo explico todo en este webinar:  y en algunas ocasiones, fallo multiorgánico.

De las funciones que hemos nombrado anteriormente de la melatonina, la más importante dentro del contexto socio-sanitario que estamos viviendo, y habiendo enumerado los efectos de la COVID-19, es la de potente inmuno-modulador, anti-inflamatorio, antioxidante y neuroprotector. Numerosos estudios de intervención apoyan la suplementación de melatonina en diferentes tipos de infecciones bacterianas y virales, con éxitos muy importantes en el tratamiento y mejora de pronóstico en patología neonatal, e incluso en sepsis. Además, su suplementación no presenta efectos secundarios graves no deseados, incluso cuando se administra en dosis altas de hasta 1 g (1.000 mg) al día, durante 1 mes.

La melatonina ha demostrado ser efectiva aumentando la resistencia a infecciones bacterianas (Klebsiella pneumoniae, Helicobacter pylori, Mycobacterium tuberculosis, y Clostridium perfringens), virales (virus causante de la encefalopatía equina venezolana y virus sincitial respiratorio), además de contra la miocarditis viral, y parasitarias (Plasmodium spp., Entamoeba histolytica, Trypanosoma cruzi, Toxoplasma gondii, y Opisthorchis viverrini).

Pero dejemos todos estos bichos de lado, hasta el coronavirus, y hablemos un poquito del virus del ébola. En la actualidad, la FDA (Agencia para la administración de Alimentos y Medicamentos) no tiene ningún tratamiento anti-viral aprobado contra el ébola, uno de los virus más letales que se conoce, con una tasa de mortalidad de hasta el 90%. Recientemente, se ha descubierto que la melatonina es eficaz contra el síndrome de shock hemorrágico del ébola.

Tampoco existe tratamiento anti-viral contra la gripe. En un modelo de ratones con gripe, la administración de melatonina actuó como profiláctico y como aumento de la supervivencia en caso de infección por el virus de la gripe, incluso evitando la pérdida de peso y el daño pulmonar producido por el virus.

Ahora, hablemos del coronavirus.

¿Qué dice la ciencia de la melatonina y el coronavirus?

Haciendo una búsqueda simple de dos palabras en google académico (el pubmed alternativo):  ´melatonin COVID´, y limitando la búsqueda a partir de 2020, en la página 20 (ya no he seguido mirando) aún salen artículos de relevancia relativos al uso potencial y real de la melatonina en el tratamiento del virus que está ocasionando esta sindemia (aquí te hablo de lo que es la sindemia). Hay artículos publicados por supuesto en Melatonin Research, en el European Journal of Pharmacology, en Sepsis… Vamos, que no es algo ´nuevo´.

En uno de los estudios de intervención, con pacientes ingresados en la UCI por neumonía post-COVID, la melatonina contribuye a la restauración del ritmo circadiano y reduce la severidad de los síntomas en una dosis oral de 9 mg/día. Y por supuesto mejora la supervivencia.

En otro pequeño estudio de intervención a doble ciego con altas dosis de melatonina (36-72 mg/día) administrada a pacientes con neumonía post-COVID, todos los suplementados consiguieron una estabilización dentro de los siguientes 4-5 días de inicio de administración de la alta dosis de melatonina, y fueron dados de alta con una estancia media de 7-8 días. La estancia media de los pacientes con el mismo diagnóstico a los que no se administró melatonina fue casi del doble: 13 días. Ninguno de los pacientes a los que se les administró melatonina, falleció. Pues por probar… no pasaría nada.

Estudios de intervención con melatonina aprobados para pacientes con COVID-19. Fuente: Siamidi, A., Dedeloudi, A., Konstantinidou, S. K., & Papanastasiou, I. P. (2021). Pineal hormone melatonin as an adjuvant treatment for COVID-19. International Journal of Molecular Medicine, 47(4).

En la gráfica puedes ver todos los estudios de intervención aprobados (en curso) con melatonina y algún que otro suplemento, como la vitamina C. Hace poco escribí un post sobre el papel de la vitamina D en esta sindemia, y hoy te traigo el resumen sobre la melatonina. ¿Hasta cuándo tenemos que esperar para que los tratamientos lleguen al paciente final?

Por otro lado, debido a la situación socio-sanitaria que estamos viviendo, ha habido un aumento exponencial de los trastornos del sueño, tanto como secuela de la propia COVID-19 como por el estrés social mantenido en el tiempo. Las alteraciones del ritmo circadiano reducen la producción de melatonina como agente del sistema inmune, neuroprotector, anti-oxidante, y el largo etcétera que hemos comentado; y por tanto, nos hacen más susceptibles a una infección.

Como recomendación personal y profesional: duerme, preferiblemente a oscuras, apaga dispositivos electrónicos emisores de luz azul al menos 2 horas antes de dormir (o usa unas gafas blue block de color ámbar), y al menos 8 horas para garantizar una producción natural de melatonina.

Y si eres profesional sanitario, infórmate sobre el uso de melatonina y cómo usarlo con los pacientes, por favor.

¿Y si me vacuno?

Pues está demostrado que la suplementación de melatonina mejora la respuesta a la vacunación en general. Simplemente el sueño mejora la respuesta a la vacunación de hepatitis A: dormir al menos 8 horas (desde las 21.00 h) versus no dormir el día antes de la vacunación mejora de manera increíble la respuesta a la vacunación. Y parece ser que lo mismo se propone respecto a la vacunación para la COVID-19.

Si te vacunas, asegúrate de dormir bien

Conclusión

Acabar con la situación que estamos viviendo depende de una gestión personal, sanitaria, social, Gubernamental… y un largo etcétera. Existe un importante ´gap´ o agujero entre las publicaciones científicas y lo que llega, tanto al público general (no entraré en la desinformación) como al profesional que está en contacto directo con los pacientes. Y el uso de melatonina y de vitamina D deberían estar como fármacos de primer orden tanto como profilaxis (sobre todo los niveles óptimos de vitamina D), como como tratamiento en caso de infección (y no hablo sólo de COVID-19), además de una regulación del sueño y/o suplementación de melatonina como tratamiento profiláctico, interventivo y de mejora de la respuesta ante una posible vacunación.

 

Mucho ánimo en estos momentos, y sobre todo…

#behealthy

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Referencias:

Insertadas dentro del artículo (ver los enlaces en verde)

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