Pues no, no hablamos exactamente de algo que tenga lugar en la boca (aunque también hay barrera ahí y microbiota propia), ¡sino que seguimos hablándote del intestino!

Recuerda que la función principal de las Placas de Peyer es la de protegernos de la invasión por microorganismos potencialmente peligrosos para nosotros. Por eso se sitúan a lo largo de nuestro intestino, siendo éste lo que se denomina una PRIMERA BARRERA.

Dentro de estos folículos linfoides (recuerda que las placas de Peyer contienen células inmunitarias) hay células que se encargan de distinguir entre microorganismos patogénicos y comensales (que nos pertenecen, como los comensales de una mesa) y van a comunicarse directamente con la mucosa intestinal.

A este proceso de reconocimiento de lo comensal (propio o no patogénico) se le conoce como TOLERANCIA ORAL. Como ves, es un proceso activo que lleva consigo la creación de linfocitos T específicos (T reguladores) que evitarán que se desencadene una respuesta inmunitaria innecesaria (si reconoce que la microbiota es la adecuada).

La otra parte de la tolerancia oral incluye la eliminación de aquellos patógenos o antígenos que llegan al intestino por vía oral (alimentación fundamentalmente) y que son potencialmente peligrosos para el mismo a nivel local o que podrían ser dañinos si penetrasen en nuestro organismo, dando lugar para evitarlo a reacciones inmunes antígeno-específicas (linfocitos T citotóxicos y T helpers en su mayoría).

¿Qué te parece el interesante mundo del intestino? Ahora vas entendiendo lo importante que es la alimentación y tener una mucosa intestinal en buen estado, ¿verdad? Te seguimos contando en próximas entradas de nuestra PNIpedia, ¡no te las pierdas!