Durante mis primeros pasos académicos me encaminé hacia el Derecho y estuve varios años liado con una tesis doctoral que finalmente no llegué a concluir y que me desilusionó bastante con cierta parte del entorno académico.

A partir de ahí, me encaminé hacia una de mis pasiones: el ejercicio físico. Llegué al mismo debido a una recomendación médica por padecer obesidad desde pequeño, y me enganchó.

Primero decidí formarme por diversas empresas del sector, tanto nacionales como internacionales, así como formación universitaria, para luego ir a parar al ámbito de la fisioterapia. Durante esta fase hice las paces con el mundo académico y me adentré en el mundo de la investigación.

Tanto la obesidad y la diabetes me llamaron rápidamente la atención, especialmente por la poca importancia que se le daba tanto en la clínica como en la investigación al entrenamiento de fuerza, del cual provengo.  En ese momento también entré a formar parte del Grupo de Trabajo de Ejercicio Físico y Obesidad de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) con la que recientemente hemos publicado una guía para el diseño de programas de intervención en población con obesidad.

Actualmente trabajo dentro del ámbito del ejercicio físico con personas aquejadas con obesidad y diabetes y como profesor  en diferentes  posgrados sobre la temática en distintas universidades nacionales e internacionales. Todo esto intento compaginarlo con la divulgación y la participación como ponente en distintos congresos médicos, colaborando con distintas asociaciones médicas, y haciendo mis pinitos en investigación dentro de la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad de Sevilla.

Como dice un buen amigo mío: “moveo ergo sum”.