¡Cuántas veces hemos utilizado o escuchado este refrán! Pues sí, tiene base científica (no en la parte de la divinidad, no seamos blasfemos…).

 

Tenemos unos relojes (o CLOCKs) internos que regulan todas nuestras funciones fisiológicas. Y respecto a esto está el tema de madrugar, o lo que sería más correcto y terapéutico: ver el amanecer y exponerse, entre otras frecuencias, a la luz roja.

 

Y es que esta exposición mañanera a la luz roja mejora nuestra función mitocondrial. En un estudio reciente publicado en Scientific Reports, confirman que 3 minutos de exposición a la luz roja del amanecer, repartidos a lo largo de la semana, mejoran nuestra capacidad de visión, basado fundamentalmente en la mejora de la función mitocondrial del ojo.

 

Por otro lado, la ciencia también avala que nuestros CLOCKs funcionan mucho mejor si nos acostamos antes de las 0.00 h, y que las horas que durmamos entre las 22 y las 0 horas cuentan ´más´ que las que dormimos a partir de las 12 de la noche. 

 

Y no nos vale la excusa de que eres un búho y estás hecho a acostarte tarde, porque los estudios también hablan de que el biorritmo es completamente entrenable. Todo es cuestión de empezar a madrugar más y a acostarse más pronto y lo tienes hecho en unas 2-4 semanas.